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Mauricio Belmar M.
Ingeniero, hotelero, cocinero, emprendedor, sobreviviente y ahora intentando crear un blog de alimentación y estilos de vida más conscientes y saludables.
Bienvenido y gracias por tu interés en mi historia y este blog. Mi nombre es Mauricio, “Momo” para los amigos. En los siguientes párrafos te contaré brevemente cómo fue que un conjunto de enfermedades crónicas autoinmunes me llevaron a hacer drásticos cambios en mi estilo de vida y alimentación, para poder sanar y recuperar el control de mi vida.
Una Carrera en Tecnología
De profesión Ingeniero civil electrónico, pasé gran parte de mi vida profesional trabajando en proyectos de sistemas de informática por casi 17 años, sin embargo, toda mi vida me sentí más bien atraído hacia la cocina y los alimentos “cocinero de corazón” podríamos decir, por lo que todo mi tiempo libre siempre estuvo dedicado a aprender de cocina y todo tipo de delicias. Mi trabajo siempre fue excesivamente estresante, por lo que llegar a casa a cocinar con música y una copa de vino fue siempre mi vía de escape para relajarme y disfrutar con mis seres queridos.
Un Diagnóstico Impactante
Lamentablemente, el stress permanente de igual manera me pasó la cuenta y a mis 43 y algo de años, varios síntomas y malestares me llevaron al médico y a urgencias. Me diagnosticaron varias enfermedades crónicas autoinmunes, entre ellas, Enfermedad mixta de tejido conectivo y Síndrome de Hashimoto, que son enfermedades en la cuál tu propio sistema inmune ataca órganos y tejidos de tu cuerpo y los va dañando implacable y continuamente. Para mi fue una gran sorpresa ya que hasta entonces, mi salud siempre había sido buena. Sin embargo, después de recurrir a varios médicos y tras cientos de exámenes, no había cura ya que los médicos no saben la causa raíz de estos males (o eso parecía), por lo tanto la única alternativa que me daban era tratar los síntomas con corticoides, hormonas, antihistamínicos, inmunoreguladores, inmunosupresores, antibióticos, omeprazoles, etc.
Descubriendo la Causa Raíz
Tras un año de medicamentos, mi salud, mi cuerpo y mi estado anímico estaban en el suelo. La desesperación por encontrar una vía de mejora llegó a tal punto, que me hizo comenzar a investigar sobre los orígenes de esta y otras enfermedades autoinmunes, leí cientos de páginas web y al menos una docena de libros, llegando por todos lados a la misma conclusión. Y es que el origen y el culpable de todas estas enfermedades es la inflamación crónica y permanente, ¿pero qué nos produce esta inflamación?, bueno, resulta que hay muchos factores y patrones comunes de nuestra alimentación actual que han causado un incremento exponencial en las enfermedades autoinmunes, sobre todo en las alergias, que antes eran poco comunes y hoy prácticamente no hay niños que no tengas alergia a algo o a algún alimento, intolerancias a la lactosa, al gluten, a las semillas, frutos secos… etc.
El Papel del Intestino
Muchos de los estudios y libros que leí apuntan a un deterioro constante en nuestra microbiota o flora intestinal, más un daño en las paredes del intestino que eventualmente permiten el pasos de toxinas hacia el torrente sanguíneo, lo que generaría respuestas inmunes a cualquiera agresor, sean toxinas, partículas de alimento sin digerir o microorganismos. La mayoría de los autores recomiendan sanar el intestino y la flora intestinal con cambios drásticos en la dieta y el estilo de vida. El gluten, los lácteos, la soya y el azúcar aparecen como los principales alérgenos causantes de inflamación permanente en el intestino y luego otros alimentos menos sospechosos que dependen de nuestra predisposición genética.
Buscando Respuestas
En el momento más crítico de mi enfermedad, probablemente año y medio después de haber sido diagnosticado y luego de varias pasadas por urgencia, decidí preguntar a mis doctores respecto al posible intestino permeable y el efecto de los alimentos, sin embargo absolutamente todos tuvieron la misma respuesta de manual “Eso es solo una teoría, no hay examen para identificarlo ni mucho menos un tratamiento”. Tras esta respuesta, decidí tomar las riendas de mi salud y probar las teorías de la alimentación y la sanación del intestino. Corté el gluten, los lácteos y el azúcar y comencé a incorporar algunos alimentos y suplementos como el caldo de huesos, l-glutamina, vitamina C, Zinc, vitamina D3 y cúrcuma. Luego de algunas semanas o un mes, comencé a notar lentamente algunas mejoras, los cuadros de inflamación de mi piel con prurito, picazón y ardor que era unos de los síntomas más angustiantes comenzaron a distanciarse en el tiempo y el periodo de recuperación era más rápido. Luego hice una “dieta del descarte” que me permitió identificar otros alimentos menos sospechosos que igualmente me producían inflamación, y cuando me refiero a inflamación, no me refiero solo a hinchazón del estomago, sino que a varios síntomas adicionales como ronchas en la piel, mareos, mente nublada, cuadros de narcolepsia, insomnio, dolores articulares, fiebre, constipación o colitis, etc.
El Poder de la Alimentación
Cuando comencé a notar las mejoras, seguí incorporando las recomendaciones de mis lecturas, entro ellos, la incorporación de alimentos fermentados naturalmente para repoblar la flora intestinal. Alimentos como el kéfir, la kombucha, el chucrut, los lacto-fermentos, kimchi y la masas madre. Fue aquí donde literalmente comencé a experimentar y apareció en mi cabeza la idea de un laboratorio en casa, porque prácticamente era eso lo que estaba haciendo. Leía sobre el kéfir que es algo que solía consumir cuando niño y me conseguía granos de kefir y comenzaba a probar cómo reaccionaba mi cuerpo, luego aprendí a hacer mi propia kombucha y verduras lacto-fermentadas y lo mismo, probando qué me hacía bien y dejando atrás lo que no. Poco a poco fui aprendiendo a escuchar a mi cuerpo y a estar más consciente de cada bocado que llevaba a mi boca. No fue un proceso fácil ni rápido, tuve muchas recaídas, simplemente porque las tentaciones están por todos lados y a veces es difícil decir NO, por lo menos lo fue para mi por un buen tiempo.
Adiós al Gluten
Dejar el gluten fue de hecho uno de los cambios más difíciles, principalmente porque prácticamente toda nuestra dieta está llena de alimentos que contienen gluten, sin contar con el “Pan” su principal rostro, y es que estamos demasiados acostumbrados a comer pan y dejarlo fue un verdadero suplicio. El primer intento fue reemplazándolo por masa madre que es un pan que se fermenta por mucho más tiempo por lo cual las moléculas de gluten son transformadas y resultan más digeribles, esto en parte es muy cierto, sin embargo para mi el gluten tiene un efecto muy interesante, 30 min después de comerlos me da una especie de cuadro de narcolepsia donde literalmente me quedo dormido, me pasó incluso manejando y obviamente tuve un accidente, nada serio por suerte. Pero resultó que con la masa madre me pasó igual. Así es que me puse de cabeza a desarrollar recetas de masa madre sin gluten utilizando harinas libres de gluten como el arroz, sarraceno, quinoa, amaranto, etc… hoy hay muchas, en ese entonces solo había arroz y unas harinas gringas que costaban una fortuna.
Un Enfoque Holístico
Luego vinieron otros cambios interesantes como tomar sol, meditar y aprender a manejar mis emociones. Si, porque no solo la comida es importante sino la relación con nuestro entorno, nuestras relaciones familiares, personales, con la naturaleza, el ejercicio físico, la sexualidad, los hobbies, etc. Cuando estás enfermo todo se ve oscuro y no dan ganas de hacer nada, cuando entras en una dieta estricta para sanar, se quitan hasta las ganas de salir o visitar familiares y amigos. Esto es algo super importante de tratar cuando no te sientes bien. No somos entidades aisladas y necesitamos compartir y formar un grupo de apoyo, contarle a nuestra pareja, a la familia y amigos lo que estamos viviendo y los cambios que necesitamos hacer es super importante para lograr nuestros objetivos y poder sanar. Nuestro cuerpo se sana cuando volvemos al equilibrio y estamos en paz. No sacamos nada solo con cambiar la alimentación si no sabemos manejar el stress o nuestras relaciones interpersonales. En este sentido, a mi también me tardo tiempo porque al comienzo no quería incomodar a nadie con mis problemas, sin embargo internamente sentía que estaba muriendo y no tenía con quien conversar o sentirme apoyado. Un grupo de apoyo es muy importante y hoy recomendaría buscar también la ayuda de un terapeuta integrativo para apoyarse en el proceso.
Conexión con la Naturaleza
El otro aspecto que con el tiempo comencé a trabajar fue la relación con la naturaleza, con la madre tierra y todos los sistema de apoyo que nos provee. Tomar sol 20 minutos al día hace maravillas al sistema inmune, a nuestro reloj biológico y a nuestro estado de ánimo, llenándonos de energía vital. Tomar agua fresca filtrada o purificada incluso aún activada al sol también es positivo, el agua de la llave está llena de toxinas y metales pesados, si puedes, siempre toma agua purificada. Consumir verduras fresas orgánicas, frutas frescas de la estación, alimentos nutritivamente densos y saludables como el brócoli o champiñones, hierbas naturales que tienen efectos sanadores en nuestro cuerpo. Hoy pienso que literalmente no hay malestar para lo cual no exista una hierba que te lo quite, es solo cosa de buscar. Estamos hechos de los mismos componentes de la tierra y todo lo que nos pueda faltar para estar en equilibrio está en ella.
Momo’s Fermentation Lab: Un Nuevo Comienzo
Bueno así fue como llegué hasta aquí. Hace un poco más de dos años antes que iniciara la pandemia del Covid se me ocurrió levantar un taller de fermentación de alimentos y masa madre sin gluten, al que llamé “Momo’s Fermentation Lab.”. Mi objetivo principal era enseñar a personas que como yo estuviesen pasando por cambios drásticos en su vida a causa de enfermedades y necesitasen una ayuda para aprender a fermentar sus propios alimentos y sanar sus intestinos. Hice muchos talleres y también vendía productos a muchos clientes, sin embargo la larga duración de la pandemia terminó por hundir este emprendimiento que se volvió financieramente inviable.
Una Nueva Etapa: Momo’s Feel Better Lab
Ahora comienzo una nueva etapa en la que deseo poder dedicarme principalmente a enseñar lo que he aprendido, para lo cual espero comenzar a publicar más periódicamente artículos y videos con información y consejos para aprender a sanarnos desde adentro cuidando nuestro cuerpo con alimentos y prácticas saludables. He rebautizado el sitio a “Momo’s Feel Better Lab.” porque aquí vamos experimentando al igual que en un laboratorio con las cosas que nos hacen sentir bien y para mejorar permanentemente…. Siempre hay información nueva que revisar, aprender y experimentar, así es que te invito a participar para que juntos vamos sanando.
Un Agradecimiento Especial
Debo aclarar que yo no soy ni médico ni científico y que toda la información y conocimientos han llegado a mi a través de terceras partes, y que siempre que pueda las iré nombrando e incorporando con links a la fuente original de la información. Ninguna de las recomendaciones o experimentos de este laboratorio son inventos míos, todos tienen algún autor, por lo general médicos o científicos que ya han hecho gran parte del trabajo investigativo.
Únete a Este Viaje de Sanación
Así es que con gran amor y gratitud a todas las fuentes de información y sabiduría que me han permitido llegar hasta aquí y a iniciar esta nueva etapa, te invito a seguir leyendo, aprendiendo y experimentando en este Lab. de sanación.
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